El 11 de
marzo del pasado año 2011 un terremoto de 8,9 grados devastó el norte de Japón,
provocando un grave accidente en la central nuclear de Fukushima que obligó a
desalojar a más de 100.000 personas por riesgo a exponerse a la radiación.
Tras este desastre, los ingenieros de la empresa española Libelium se preguntaron cómo
podrían reducirse los riesgos que conllevaba ir a revisar zonas cercanas a la
central para comprobar si la radiación había disminuido y era posible que los
refugiados regresaran a sus hogares.
Fue así como, después de un mes de exhaustivo trabajo, crearon una serie de sensores ambientales que podían colocarse en el lugar necesario, y luego permitían comprobar la radiación de la zona por Internet, lo que evitaba que la gente se tuviera que exponer un mayor número de veces a los riesgos de la radiación.
Gracias a este nuevo producto que podrá salvar vidas, Libelium ganó el premio Cluster de Empresas Biotecnológicas de Aragón (BIOARATEC) en el marco del proyecto SMEgoNET y el Instituto Aragonés de Fomento.
Una vez más los emprendedores españoles demuestran que la innovación es posible en nuestro país a pesar de la falta de medios y de apoyo institucional a la innovación.